Así, como lo lees. Las mujeres de entre 51 y 60 años parecen estar más satisfechas sexualmente que las treintañeras. Y es que al contrario de lo que podría parecer, las mujeres que se encuentran en ese franja de edad tienen un nivel más alto de excitación que las que están entre los 31 y los 40, según se desprende de los resultados de un estudio llevado cabo por Gleeden, la plataforma de encuentros extraconyugales líder en Europa, pensada por y para mujeres.
Más datos para tu curiosidad: asimismo, el informe destaca que las mujeres de 51-60 años son las que tienen más orgasmos y las de 31-40 las que menos. Y es que la encuesta, realizada a 2.000 mujeres, muestra una conciencia sexual más definida a partir de los 50 años. «La experiencia, el autoconocimiento, la búsqueda de intereses y motivaciones sexuales conducen a la mujer a un empoderamiento sexual y ello a encontrar caminos que potencien el placer y el orgasmo», afirma la psicóloga asesora del estudio ante este dato.
La mujer española desea más que ejecuta
Sin embargo, de los resultados del estudio también se puede concluir que la mujer española no está, todavía, tan liberada sexualmente como podría suponerse: entre otras cosas, la encuesta destaca que tienen un promedio de seis relaciones sexuales al mes, pero tienen deseo sexual, en promedio, 9,7 veces, por lo que sólo cubren un 61% de su deseo sexual, es decir, el 39% restante queda reprimido.
En cuanto a prácticas sexuales alternativas al coito, la más común es el sexo oral, practicado por el 92% de ellas, seguido de la masturbación en solitario (91%). Los juguetes sexuales van adentrándose en las prácticas de las mujeres, pero todavía no están naturalizados del todo. El 62% confiesa que nunca ha practicado sexo anal y el 63% nunca ha visto pornografía en pareja. Las prácticas menos comunes son el swinging (intercambio de pareja) y el trío sexual. En este sentido, según afirma la sexóloga Laia Cadens, «la mujer española está en proceso y en progreso, pero aún se sitúa en un plano algo conservador de la vivencia sexual. Parece que tienen las ganas, pero todavía falta aproximarse a la ejecución que querrían».
«En conclusión – afirma Cadens – podemos afirmar que la sexualidad de la mujer española está en proceso de cambio, se han activado nuevas necesidades atendiendo a factores psicosociales y se observa una mayor conciencia de la relevancia de la salud sexual. No obstante, todavía hay camino a recorrer en cuanto a visualizar y dar importancia a la sexualidad femenina».